Desaparecidos

Hace días mi amigo Carlos Morales me confesó una de aquellas locuras macabras con las cuales acostumbra alimentar su intelecto en sus ratos libres, decía que le producían una tristeza infinita los rostros enmarcados en aquellas hojas que denunciaban la desaparición de una persona: aquellos rostros, me decía, resplandecen en la más fatal de las soledades. Después me confesó que en la mayor parte de sus cuentos había utilizado nombres de personas desaparecidas en la nomenclatura de sus personajes, «para salvar lo poco que quedo de ellas», a manera de epitafio, aquellas personas cuya vida se había truncado por el anonimato tenían la oportunidad de continuar sus vidas a través de la literatura…

Para algunos esto puede parecer una burla, pero este post pretende sumarse a las denuncias. Hace un par de años, quizás aún menos, se implementó en México un dispositivo para hallar a las personas cuyo paradero era desconocido: Alerta Amber. La funcionalidad de este máquina de pesquisas consiste en mandar una señal a todas las emisoras de comunicación masiva, para que transmitan, durante 60 segundos (en el caso de televisión) o través de sus impresos (en el caso de periódicos), la imagen de una persona que recién desaparecida. En el caso de México, donde el número de desaparecidos (cuya muerte no ha sido aceptada o específicada) supera a los registrados en las dictaduras en Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina (según fuentes oficiales), este mecanismo puede ser la salvación para muchos.

Así como a Carlos, a mí también me embarga la tristeza cada vez que veo una cara nueva en los pizarrones de avisos de la estación del metro, unas sobre otras se apelmazan en el pizarrón.

Me impresiona, por otro lado, que sólo el canal OnceTv sea el único de televisión abierta que respeta el sistema de rescate de la Alerta Amber; basta cambiarle a ese canal por unos cuantos minutos para notarlo. En Televisa y en TvAzteca esto no sucede, en lo absoluto. Recuerdo que en el canal 5 sintonizaban los domingos por la mañana, un anuncio ciudadano para identificar a personas desaparecidas, duraba un par de minutos; hoy en día dura apenas 20 segundos, es imposible identificar el rostro de una persona «desconocida» en ese lapso de tiempo. Me entristece que dos televisoras con gran poder de difusión no ayuden un poco a la búsqueda de estas personas, siendo que sus dueños tienen retienen la mayor parte d la riqueza producida en el país…

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